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¿Cómo debes cuidar tus rines de aluminio?

Te decimos qué hacer y qué les puede pasar si no lo haces.

¿Cómo debes cuidar tus rines de aluminio?

La mayoría de los rines originales de aluminio tienen una capa transparente de protección para resistir la corrosión. Sin embargo aún así es necesario cuidarlos para evitar que la capa se desgaste y para hacerlo es necesario usar una cera o silicón especialmente formulada para rines de aluminio.

Ten mucho cuidado de no usar productos de cera o polish que contienen elementos abrasivos y que son exclusivamente para proteger la pintura nueva o usada. Dichos componentes podrían rayar u opacar la capa transparente en los rines de aluminio.

Por otro lado si tus rines no tienen la capa de protección, o la capa original ya está desgastada o dañada, puedes limpiar los rines con polish hecho a base de magnesio o una fibra de alambre (la cual tiene filamentos de acero) para remover el óxido y la suciedad de la superficie (entre otros elementos) y después repintar los rines con resina transparente epoxy (en español epoxídica, es un polímero que protege de la corrosión) o en su caso pintura especialmente diseñada para este propósito.

Rines de aluminio sin protección, rápidamente se corroen y se pican cuando son expuestos a la humedad y a la sal. Si se deja que la corrosión siga por mucho tiempo puede que el daño sea muy difícil de reparar.

Protege también el interior.

Cuando un rin de aluminio está montado junto a un freno de tambor o rotor de acero, debido a la composición  tan diferente de los dos metales, ocurre frecuentemente lo que se conoce como corrosión electrolítica. El aluminio al ser el más reactivo de los dos, se puede corroer y “soldarse” al rotor o tambor por lo que al tratar de remover el rin costará mucho trabajo hacerlo. Para evitar que esto pase, la cara del rotor o tambor (o la parte interior del rin de aluminio) se debe de pintar. Otra alternativa es aplicar una ligera capa de litio, silicón o grasa de frenos sintética en la parte trasera del rin justo donde se une al tambor o rotor.

Otro problema que puede suceder aunque no es muy común es que los rines de aluminio tengan agujeros de porosidad. Cuando un rin de aluminio es moldeado, poros microscópicos y vacíos pueden quedarse en el metal, esto causa que haya fugas de aire en la llanta (aunque actualmente se utilizan técnicas de alta presión para mejorar el moldeado del rin no han logrado eliminar dicho problema). Para evitar que el aire se filtre lo mejor es pintar o cubrir la parte interna del rin para ayudar a sellar el metal. Si has experimentado este problema y tus rines no están cubiertos o pintados por dentro, quizá necesites hacerlo.