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5 cosas que no debes hacer después de un accidente

Aspectos que debes tomar en cuenta para evitar pasar un mal rato.

5 cosas que no debes hacer después de un accidente

Un accidente automovilístico además de poner en riesgo tu vida, puede arruinar tu día completo. Ocasiona que faltes al trabajo o no llegues a una cita. Tienes que enfrentar el daño de tu auto, cuestiones de responsabilidad civil, lidiar con la autoridad y por supuesto curar alguna lesión.

Por todo lo anterior a continuación te damos las cinco cosas que no debes hacer después de un accidente.

1. Dejar la escena del choque

Digamos que chocas contra otro auto, pero el daño es menor. Nadie parece estar herido a primera vista. Por lo que decides irte sin más preámbulo.

No obstante no es lo mejor. Independiente si el accidente no luce ostentoso, lo primordial es detenerse. Hablar con la otra persona involucrada y ver si se encuentra bien. En Estados Unidos huir de la escena del choque –si alguien está herido o falleció- y no prestar ayuda es motivo de crimen.

Adicionalmente si hay alguien herido, estás “obligado” a ayudarlo; incluso si es necesario llevar a él o ella al hospital.

Si llegas a estar involucrado en un accidente, haz tu diligencia y ayuda a la otra persona involucrada. ¿No te gustaría que alguien hiciera lo mismo por ti? y si estás en otro país –porque a lo mejor en el tuyo no aplica- podrías ser arrestado.

2. No reportar el accidente

En países como Estados Unidos, cuando no hay daño físico aparente, reportar un accidente al 911 siempre será una ventaja; ya que con ello si surge alguna lesión –que no estaba aparente en su momento- o problema con la unidad, se puede reclamar al seguro posteriormente.

3. Perder la calma

Chocar nuestro auto no es una experiencia agradable. Las emociones están usualmente muy elevadas y quizá estés herido. A pesar de todo esto, nunca es bueno perder la calma, especialmente hacia el otro conductor –incluso si él fue quien te golpeó.

Lo primero que tienes que hacer es ver si se encuentra bien. No empieces a buscar culpas, gritarle o insultarlo. No vas arreglar nada y a nadie le va a beneficiar. Respira profundo y mantén la calma. Necesitas estar tranquilo para resolver la situación y llamar a la policía para levantar el reporte.

Por otra parte algo que no debes hacer es decirle al otro conductor que fue tu culpa. Si haces esto legalmente estás admitiendo que tú eres el responsable y te expones a cargar con los posibles gastos, multas o demandas. Sólo tranquilízate, asegúrate que todos están bien, sé amable.

4. No dejar que la policía trabaje

En EUA la policía llega al siniestro, elabora un reporte de cómo sucedió todo entrevistándote a ti y al otro conductor entre otras cosas. Tú con ese documento intercambias información de seguro con la otra persona –igualmente datos personales, número de licencia, número de placas- para que cada uno por su parte realice la reparación de la unidad o reclamación necesaria con la aseguradora correspondiente.

Tomar algunas fotos del siniestro también podría ser buena idea para protegerte por cualquier eventualidad.

5. Descuidar las secuelas

Después de pasar por el horrendo accidente y reclamación del seguro de tu unidad. Siempre es importante cuidar las secuelas legales o médicas.

Si fuiste herido durante el accidente. ¿Tienes dolores o problemas de salud desde que sucedió la eventualidad? Necesitas entonces ver a un doctor. Quizá hasta necesites consultar un abogado si estás por enfrentar gastos altos de atención médica y poder demandar para obtener ayuda. Asimismo si el otro conductor quisiera tomar acción legal en contra tuya también necesitarás un representante.

Asegúrate de reclamar a tiempo la reparación de tu unidad o reembolso, la mayoría de las aseguradoras tienen un tiempo límite. Asimismo recuerda que puedes escoger el taller de tu preferencia para arreglar tu vehículo.

Ten en cuenta que tienes que estar al pendiente de tu auto mientras está en reparación, así como con el seguro por cualquier eventualidad o retraso. El accidente y sus consecuencias no terminan hasta que tengas de vuelta tu unidad o el dinero correspondiente en la bolsa.