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Cómo el alcohol afecta la capacidad de conducir según la ciencia

Lo mejor es no conducir si se bebió alcohol antes de manejar.

Cómo el alcohol afecta la capacidad de conducir según la ciencia

De acuerdo con la ciencia, el alcohol es una sustancia que reduce la función del cerebro, afectando el pensamiento, el razonamiento y la coordinación muscular. Todas estas habilidades son esenciales para operar un vehículo de manera segura.

Ahora bien, si el consumo de alcohol se mezcla con otras sustancias en el cuerpo, tales como ciertas medicinas o drogas ilegales, intensifican su efecto y hacen que el manejo sea más arriesgado. A medida que aumentan los niveles de alcohol en el sistema de una persona, también aumentan los efectos negativos sobre el sistema nervioso central.

Una vez que se ingiere una bebida alcohólica, el alcohol es absorbido directamente a través de las paredes del estómago y el intestino delgado. Luego pasa al torrente sanguíneo donde se acumula hasta que el hígado lo metaboliza. En el caso del nivel del alcohol, este se mide por el peso del alcohol en un cierto volumen de sangre. Esto se llama la Concentración de Alcohol en la Sangre, o BAC (por sus siglas en inglés).

Está comprobado que unun nivel de .08 gramos de alcohol por decilitro de sangre (g/dL), aumenta exponencialmente el riesgo de chocar. Debido a este riesgo, es ilegal en todos todo Estados Unidos, incluidos los 50 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, conducir con un BAC de .08 o más.

Sin embargo, incluso una cantidad pequeña de alcohol puede afectar la capacidad de conducción. Tan sólo en 2016, más de 2,000 personas murieron en choques relacionados con el alcohol, en los cuales los conductores tenían niveles de alcohol más bajos (entre .01 a .07 g/dL).

Para obtener este nivel de alcohol en la sangre, es posible hacerlo por medio del  alcoholímetro, un dispositivo que mide la cantidad de alcohol en la respiración del conductor, o mediante un análisis de sangre.

Nivel de alcohol en la sangre y sus efectos 

Concentración de alcohol en la sangre en g/dL

Efectos típicos

Efectos predecibles en la conducción 

.05

Comportamiento exagerado, se puede tener pérdida de control de los músculos pequeños (por ejemplo, enfocando los ojos), juicio alterado, alerta disminuida, pérdida de inhibición

Coordinación reducida, capacidad reducida para seguir objetos en movimiento, dificultad con el manejo, respuesta reducida a situaciones de emergencia en la conducción

.08

La coordinación muscular se vuelve pobre (por ejemplo, equilibrio, habla, visión, tiempo de reacción y el oído), detectar el peligro sea más difícil; el juicio, el autocontrol, el razonamiento y la memoria están deteriorados

Concentración, pérdida de memoria a corto plazo, control de velocidad, capacidad reducida de procesamiento de información (por ejemplo, detección de señales, búsqueda visual), percepción alterada

.10

Deterioro claro del tiempo de reacción y control, arrastrar las palabras, coordinación deficiente y pensamiento ralentizado

Capacidad reducida para mantener la posición del carril y frenar adecuadamente

.15

Mucho menos control muscular de lo normal, pueden ocurrir vómitos (a menos que este nivel se alcance lentamente o una persona haya desarrollado tolerancia al alcohol), pérdida significativa de equilibrio

Deterioro sustancial en el control del vehículo, la atención a la tarea de conducción y el procesamiento necesario de la información visual y auditiva
 

Las tristes cifras

Conducir después de haber tomado puede provocar que el conductor sea arrestado, o lo que es peor estar involucrado en un choque de tráfico que cause lesiones graves o la muerte.

Aproximadamente un tercio de todas las fatalidades por choques de tráfico en Estados Unidos involucran a conductores ebrios (con concentraciones de alcohol en la sangre de .08 o más). En 2016, murieron 10,500 personas en estos choques prevenibles. De hecho, en promedio durante el período de 10 años desde 2006-2016, más de 10,000 personas murieron cada año en choques por conducir en estado de embriaguez.

Desgraciadamente, cuando se trata de conducir ebrio, no sólo afecta al conductor. En 2016, aproximadamente 1 de cada 6 niños (de 14 años de edad o menos) murieron en choques por conducir en estado de ebriedad. El 54 por ciento de las veces, el conductor en estado de embriaguez era el conductor del niño.